Este modelo mental se puede utilizar en un workshop con un equipo o con managers. La idea es ir explicando paso a paso el modelo mental (mejor si es con una pizarra blanca en función de las aportaciones del grupo), con preguntas (“¿que creéis que es necesario para…?”, “¿Alguna vez os ha pasado …?”, “¿Cuándo habéis visto que esto funciona y por qué?”). De este modo entre los asistentes se genera una conversación de aprendizaje: van explicando cómo ven el modelo, se cuentan historias sobre lo que les ha sucedido, que les ha funcionado (o no), cómo el contexto ha influido, etc. De este modo se enseñan unos a otros, ya que cada persona es capaz de percibir los modelos desde ángulos diferentes.
Conseguir un equipo de alto rendimiento que colabore muy bien lleva su tiempo. Requiere de aprendizaje, esfuerzo y finalmente vale la pena 🙂
Recientemente se realizó un experimento con Inteligencia Artificial (AI) de donde se puede sacar un interesante paralelismo con esto. A continuación, el análisis:
Google DeepMind creó “agentes artificiales” que tenían que aprender a jugar en Quake (donde los jugadores tienen que robar la bandera del enemigo y llevarla a su base, mientras protegen la suya propia) a partir de prueba y error, sin conocer las reglas del juego. De manera muy resumida, lo que sucedió fue lo siguiente:
Tras las primeras 50.000 partidas, los agentes descubrieron que, siguiéndose unos a otros (como si fuesen hormigas) ganaban más batallas. En este punto, no se genera más que una linealidad por poner más agentes en el sistema, una suma de las partes, van juntos pero todavía no colaboran.
Necesitaron 4 veces más partidas para que cada agente desarrollase su propia manera de jugar (especialización) y empezasen a colaborar de manera efectiva, es decir, entre todos los agentes crearon un equipo multidisciplinar, a partir de lo cual empezaron a ganar muchas más partidas. Para ello, como se comenta en el siguiente artículo de Javier Salas en El País:
DeepMind los había programado para que generaran sus propias señales de recompensa: algunos se sentían más motivados a matar al enemigo (al dispararles y así devolverlos a su base), otros a capturar banderas, etc., lo que produjo un abanico amplio de jugadores con distintas habilidades y técnicas. Además, el software propicia que los agentes actúen en dos velocidades, por lo que pueden disparar con la adrenalina del enfrentamiento inmediato, pero también planificar movimientos en el largo plazo para una mejor estrategia.
Conseguir un beneficio por ir juntos es relativamente inmediato, pero conseguir resultados espectaculares necesita del desarrollo de estrategias de colaboración, y eso lleva su tiempo.
Conseguir efectos “no-lineales” (mucho más del de ser un “grupo”, aprovechando diversidad, la complementariedad y la inteligencia colectiva, pensando juntos de manera “consciente”) cuesta mucho más esfuerzo de prueba y error hasta conseguir una buena colaboración. Parece que hay aquí un paralelismo interesante con seres complejos como los humanos 🙂
Este paralelismo curiosamente se rompe en el momento en que comparamos el rendimiento de los agentes artificiales con el de seres humanos. Aquí nos encontramos con otro aspecto interesante: las máquinas son muy superiores a las personas, y sólo pierden cuando en su equipo se cambia algún agente por un humano. Y no sólo eso, los jugadores humanos puntuaron a los agentes como más cooperativos que ellos mismos. Da un poco de miedo, ¿no creéis? 🙂
Como futuro esperanzador, el artículo de El País acaba mencionando el gran aspecto en positivo detrás de todo esto:
Las máquinas pueden coordinarse con un humano para llevarlo a la victoria. Y ese es precisamente el más noble objetivo de los defensores del futuro de la inteligencia artificial: su capacidad de impulsar a los humanos más allá.
En mi vida profesional ha habido siempre dos lemas importantes: (1) cuál es el “para qué” de lo que se hace y (2) la gente ha de estar “bien” (porque si las personas no están suficientemente motivadas no se puede hacer bien el para qué y, en el peor de los casos, la gente marcha). Consiguientemente, el objetivo de mi trabajo ha sido ayudar a empresas a ser más “Ágiles”, y así todos contentos (ellas y yo). Sin embargo, en los últimos años notaba que algo no acababa de encajar: ¿cuál es el impacto real del “para qué”?
En los últimos decenios todo ha ido cambiando a un mundo cada vez más acelerado, más inmediato, de reacción instantánea… ¿Es esto una sociedad más Ágil?
¿Somos conscientes de lo que estamos “transformando”, de cómo lo que hacemos influye en los comportamientos de las personas? Cada vez la humanidad parece más cortoplacista, impulsiva, con menor capacidad de reflexión. Me da la sensación de que estamos amplificado nuestro instinto animal de depredar al máximo rápidamente, como si no se supiese qué va a pasar en unas horas, como si no hubiese un mañana. Todo es más frío, menos cálido, menos… humano. Eso sin contar con el impacto en las personas a las que sometemos a ser “extensiones de maquinaria” en la cadena productiva, desde la propia producción hasta la entrega en la puerta de nuestra casa, todo tiene que ser para conseguir lo que sea de manera inmediata, con el mínimo esfuerzo… creando también una cultura que ya no valora las cosas ni el esfuerzo para conseguirlas, sin crear interés en lo que realmente “cuestan” de verdad, no sólo a nivel personal sino en global.
A las personas que trabajamos en agilidad organizativa nos gusta pensar de manera sistémica, holística, trabajando la cadena de valor de las compañías. Sin embargo, en estos últimos meses, no deja de aparecer cada vez más información sobre las “entradas” y “salidas” completas de la sociedad en que vivimos (todas ellas MUY relacionadas): calentamiento global, superpoblación, incencios gigantescos (Amazonas, Siberia, Indonesia, …), falta de recursos naturales, tensiones geoestratégicas, despilfarro (mentalidad de “usar y tirar” que hace que muchos bienes acaben rápidamente en vertederos), comer menos carne (ONU), océanos esquilmados y llenos de plástico, …
Entonces, ¿para qué Agile? ¿Para comernos el planeta cinco veces más rápido, cubriéndolo de desperdicios y reduciendo a millones de personas a extensiones de maquinaria?
¿Qué daño/dolor estamos infligiendo ahora mismo y para el futuro? ¿Qué tipo de inestabilidades van a venir a nivel global? ¿De verdad que como especie y sociedad no podemos ir más allá y hacer cosas más trascendentes, que impliquen progreso pero sin dejarlo todo destrozado para futuras generaciones (y destrozándolas a ellas en el futuro!!)? A mí no me gustaría que dentro de unos años mis hijas o su descendencia dijesen que mi generación, que tuvo los datos en la mano, fue la mayor cómplice y miró hacia un lado.
Creo que todos los sistemas tienden a un equilibrio, mucho más abajo, duro y diferente si todo se hizo de manera insostenible. Por ello, es crucial intentar gestionar ese equilibrio… o él te gestionará a ti (de manera abrupta y mucho más dolorosa, como fue hace unos años la crisis financiera-inmobiliaria que todavía sufrimos).
“Free fall through our midnight / This epilogue of our own fable” (…) “Drifting through this boundlessness / This madness of our own making” (…) “Sound the reveille / To be or not to be / Rise / Stay the grand finale / Stay the reading of our swan song and epilogue”
En la conferencia anual de Agile Spain del año pasado estuve conversando al respecto con una de las Keynotes, Lyssa Adkins. Me comentó que había bastante gente del mundo Agile que, como yo, era consciente de esa disonancia: trabajamos para que las empresas aceleren el nivel de consumo de sus productos pero eso puede tener un impacto global no positivo. Me quedé más tranquilo (“así pues, no soy demasiado raro”) pero con poco más que una constatación.
En los principios del Agile Manifesto se habla del desarrollo a un paso sostenible y de la motivación de la gente, es decir, cuando se escribió un aspecto importante era no quemar a las personas. Creo que hay que ampliar ese concepto de sostenibilidad y hablar de un Agile sostenible que también considere todos los byproducts de las empresas, con una visión más holística: no “quemar” a las personas y tampoco a la sociedad y el planeta.
Ahora es el momento de aprovechar la Agilidad para hacer un cambio de ciclo, porque necesitamos que sea rápido y utilizar todo nuestro conocimiento para darle la vuelta.
En mi caso, esto ha implicado reconsiderar un principio que hasta ahora se habían quedado en lo más personal y subirlo al nivel profesional: mi lema adicional (3) va a ser trabajar para que, allí donde yo esté, el propósito de la empresa sea sostenible, para que su modelo de negocio sea rentable dejando un balance positivo en el global (empleados, sociedad y ecosistema). Crear/comprar bienes que duren y que sean reciclables para que el sistema sea auto-sostenible (reduciendo así los “pulls” al planeta), aumentar la dignidad de los trabajos de las personas, crearconsciencia, educar e intentar cambiar el mindset que nos ha llevado hasta aquí.
Y esto va de todos nosotros, podemos hacer muchas cosas. Si has llegado a leer hasta aquí, es probable que esto también sea importante para ti, seguro que hay alguna cosa que tú puedes hacer, aunque sea pequeña, para este balance en positivo que necesita crear la humanidad 🙂
“One drive to stay alive / It’s elementary / Muster every fiber / Mobilize / Stay alive”
Slides de la conferencia CAS2019 – Agile Sostenible
Como agilistas también tenemos responsabilidad (y una enorme oportunidad) en ayudar a la sociedad y al medio ambiente. ¿En qué modelos de negocio estamos trabajando? ¿Cómo podemos mejorar nuestros métodos Agile para incluir “sostenibilidad”? ¿Cómo crear consciencia en la Alta Dirección?
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Para que la auto-organización sea un éxito, la persona (o el equipo) debe tener unos objetivos, marco y reglas claros, así como las habilidades e información necesarias para poder realizar ese trabajo de manera efectiva.
También es importante considerar ciertos aspectos que refuerzan o degradan el éxito de la auto-organización:
Las personas siguen las ideas, se motivan por la visión, más que por la persona (el individuo) que ejerce el liderazgo. El liderazgo tiene que proporcionar una visión compartida, que produzca alineamiento de los diferentes individuos.
Estos objetivos o visión deberían estar asociados a la satisfacción del que va a recibir el producto/servicio (cliente, usuario, …), lo cual constituye el resultado final a conseguir (este es el punto por el que hay que empezar las conversaciones). Es por ello que el contacto directo entre quienes están realizando el trabajo con el mercado o “cliente” ayuda a:
Entender qué necesitan y hacer sentir de manera “real” el impacto del trabajo, si realmente se están cubriendo las demandas de los que se tienen que beneficiar de él. Idealmente también permite alinear el “propósito” del trabajo con la motivación más intrínseca de la persona (fomentando la responsabilidadsobre los resultados dado que “los han hecho suyos”).
Proporcionar la transparencia de contexto del cliente necesaria para que puedan tomar buenas decisiones.
Fomentar la innovación en las personas o equipos de trabajo, al entender mejor las necesidades (que no la “solución”), el tipo de negocio o servicio a proporcionar.
Crear un entorno donde se empiece dar todo esto permite crear un efecto de peer emulation, donde se da ejemplo de nuevos comportamientos y profesionalidad (en personas y en equipos). Para ello será importante seleccionar en el inicio las personas, equipos y áreas adecuadas, ya que quizás no todo el mundo (management o personas en la “trinchera”) estén desde el principio receptivas a estos nuevos paradigmas de gestión basados en autonomía y responsabilidad.
Evidentemente, el inicio de este cambio requiere:
Una aceptación de que las personas o equipos con mayor autonomía pueden cometer errores, pero como mínimo tienen que sacar aprendizaje de ellos para reducirlos en el futuro.
Una inversión. Los objetivos y las restricciones pueden estar claramente definidos pero, sin un esfuerzo explícito de medio-largo plazo en el desarrollo de las personas, la organización siempre estará rindiendo por debajo de sus posibilidades y fallando de manera repetitiva.
“Es mejor querer más responsabilidad en la organización que tener miedo de dar más responsabilidad a la organización”
Principios sobre motivación de personas y su relación con el liderazgo.
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Características del nuevo líder:
Cambio de paradigma motivacional: del industrial (inicios del siglo XX, con los riesgos de aplicar una cultura del miedo) al paradigma moderno (especialmente en aquellas áreas donde hay gran demanda de empleados especialmente cualificados). Quien conscientemente utiliza el miedo para conseguir determinados resultados a corto plazo, debería saber que los efectos reales que va a producir a medio plazo en realidad no le van a ayudar a conseguir sus propios intereses (con lo cual no tiene sentido un liderazgo basado en miedo y/o coercitivo):
Los beneficios de una empresa son consecuencia de la motivación de la gente que la compone. Gente desmotivada difícilmente creará productos o servicios excepcionales (y los más preparados marcharán, derivando los resultados hacia la mediocridad).
Ejemplos de cómo se desmotivan las personas (a eliminar):
Ejemplos de aspectos motivacionales (a fomentar):
Los factores de la motivación intrínseca (la propia persona se motiva, la motivación es más auto-sostenible, si se ha creado un mínimo contexto adecuado) y la motivación extrínseca (la motivación viene más dada por el contexto, su sostenibilidad es menor), en función de su impacto mayor en la motivación de las nuevas generaciones, como los Millennials (que fundamentalmente buscan aprender mucho en sus primeros años y estar en un ambiente de trabajo donde hagan mucha conexión social).
Visión global de los factores clave en la motivación intrínseca (autonomía, maestría y propósito) y la motivación extrínseca (abrir la imagen en otra pestaña para verla a tamaño completo):
Notar que subida de salario tiene un recorrido muy corto: si el entorno sigue siendo muy poco motivante, al poco tiempo la persona volverá a sufrirlo. Es por ello que uno de los principales objetivos del Management es crear un entorno motivante, con visión inspiradora, donde se cuide a las personas.
Esta lista de 6 factores de motivación se puede utilizar como un sencillo checklist para evaluar la motivaciónde una persona o de un equipo entero (y así identificar acciones de mejora en los puntos donde se considere que hay más impacto).
[Parcialmente basado en el trabajo de Daniel Pink y Ángel Medinilla].
A continuación aparecen diversas entrevistas interesantes y los temas que se tratan en ellas. No dudéis en leerlas (u oírlas o verlas 🙂 ) para conocer más sobre Agilidad, transformación Digital, nuevos modelos organizativos y cambio cultural.
La meta es lograr que los empleados sientan que la empresa es suya; no que trabajan aquí.
Más allá de las mejoras en productividad, se ha conseguido ofrecer una mejor experiencia al cliente y contar con empleados más involucrados y motivados.
La gente está más comprometida, que trabaja con más autonomía y que ve sentido a lo que hace.
Para aumentar la agilidad, el futuro de las empresas es desescalar en unidades más pequeñas (“centros de valor”) a cargo de una iniciativa estratégica de negocio, con responsabilidad de extremo a extremo y con acceso total a la información relacionada con las necesidades del cliente. Cuando la estructura de la empresa mapea directamente con la estrategia de la empresa, se le da un propósito claro a las personas que trabajan allí y también autonomía; el objetivo es pasar del concepto de “empoderamiento” a “propiedad” de su parte de la empresa, de modo que puedan crear el entorno que necesitan para tener éxito.
Asimismo, se deben crear espacios donde las personas puedan colaborar y aprender de forma transversal utilizando, por ejemplo, círculos de mejora autoorganizados, Comunidades de Práctica o un modelo de código abierto interno.
“Este libro es una guía de Agile que cubre los conceptos fundamentales y proporciona una terminología común para los diferentes países de la región EMEA-LATAM (aspecto importante dados sus diferentes niveles de madurez en Agile). Sirve como punto de entrada para futuros Scrum Masters que van a empezar a trabajar en Agile en AXA y esperamos que pueda servir también a otras organizaciones que están comenzando en este camino basado en personas y trabajo en equipo“.
Algunos ejemplos de contenido:
También cuenta con varios checklists que puede ser útil consultar:
La divulgación de Agile y Lean sigue llegando al gran público !!
Este mes, la revista Emprendedores incluye el Dossier “Haz tu negocio más eficiente”, donde se comenta la necesidad de la Agilidad en la respuesta al mercado y se identifican los desperdicios en el trabajo desde una perspectiva Lean.